Queridas madres pobladoras del mundo,
Les quiero escribir una carta sincera,
sencilla, pura y honesta desde el fondo de mi corazón. Claro, tengo que
ser sincero y dirigirle este mensaje especialmente a mi madre aunque
conociéndola bien, dirá que no la necesita. Pero esta carta se la
escribo a mi madre y a todas las madres aunque digan necesitar escuchar
estas palabras o no. Lo que les quiero decir a todas, es que lo siento
mucho. Aunque no soy madre y tal vez nadie nunca me lo puedan creer, yo
SE el trabajo que pasan, lo mucho que sufren, lo difícil que ha sido y
continúa siendo. Entiendo la presión bajo la cual han estado y están, lo
que duele ser juzgado y malentendido por sus propios hijos. Veo lo duro,
ignorantes y tercos que el mundo entero ha sido con ustedes las mujeres.
Veo lo duro que no sólo sus hijos e hijas son con ustedes, pero también
el menosprecio y el poco agradecimiento y reconocimiento que se les ha
mostrado a ustedes. Lo malcriados, malagradecidos y tercos que podemos
ser los hijos con ustedes. Digo esto de verdad, porque es verdad.
Ustedes sufren los efectos de nuestras inmadureces a lo largo de todas
nuestras etapas y así todas pasan a ser mártires y víctimas de la poca
visión y perspectiva de nuestra inconsciencia e ignorancia. Días como
"El Día de la Madres" son días para querer tapar el sol con un dedo. Con
un ramo de flores y un “felicidades” nunca vamos a cubrir el daño y el
dolor que les hemos causado. Jamás. En ese sentido, el “Día de las
Madres” es casi un insulto. Todos los días son el día de las madres y
cuando el mundo de verdad vea esto, el mundo se va a convertir en un
lugar mucho mejor. Pero quiero explicarles y aclararles algo, madres.
Los hijos somos como somos porque como dijo Jesús "no sabemos lo que
hacemos." Así que en nombre de todos los hijos les pido el más sincero
perdón. No deseo nada más que el fin de la guerra secreta que hay en
tantas familias - la guerra entre las mamás y los hijos. Una de las
guerras más ocultas y secretas en el mundo. Sé que lo que digo es fuerte.
Pero que este y todos los días se suelte más y más el lazo de
expectativas profundas que hay entre madre e hijo y de hijo a madre. Que
día a día nos demos cuenta de que aunque seamos unidos por sangre y por
la cercanía inigualable de tener una relación de madre/hijo hijo/madre
que somos INDIVIDUOS y que nos permitamos ser quieres somos. Gracias
Mami y gracias a todas las madres por poblar al mundo de toda la gente
que se cruza en mi camino... hay algo que todo el mundo tiene, aunque no
esté en carne... y eso es una Madre. Siempre es un tema de conversación
jugoso y maravilloso. Gracias Madres. Y a ti Ángela Jáquez: Gracias por
ser tan súper increíblemente apasionada, totalmente loca de la manera
más maravillosa y envidiable. Gracias por ser tan divinamente terca y
con el corazón del oro más limpio y puro que jamás haya existido. No
sabes que me sé tu secreto más íntimo. Que eres el ser de amor más puro
que está en la tierra. En ese sentido, tienes razón ¡eres una
extraterrestre! De ningún ser humano con el que me he topado en este
mundo percibo más amor que en ti. Será algo que sólo un hijo puede
percibir en su madre - pero te juro que soy sincero cuando digo que veo
en ti más amor que el que visto en cualquier ser humano. Tienes la
reserva de amor que me sana y me libera y eres mi puerta a Dios. Te amo
muchísimo más de lo que jamás he sido capaz de expresarte. Siento tanto
haber sido tan brutico con tu corazón y con tu alma. Pero quiero que
sepas que veo tu luz, y la veo de verdad. Y estas son sólo palabritas en
una computadora. Pero quiero que sepas sin ninguna duda que lo que
siento es de verdad y te invito a que lo escuches en el tono apasionado
de mi voz cada vez que hablo contigo. No estoy a tu lado porque no me
necesitas, pero desde que llegue el momento en que yo sea una necesidad
que tienes... a tu mismo lado voy a estar.
Te amo Madre.
© Gabriel Weiner Jáquez -
www.gabrielweinerjaquez.com
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