Gracias a Dios que la
autoestima de mi sobrino de 6 meses no depende de su currículo, porque si fuera
así, estuviera sumamente deprimido por no haber logrado nada en su vida
profesional.
Suena chistoso, pero
consideremos esto: la mayoría de nosotros hemos inconscientemente atado nuestra
autoestima con nuestros logros profesionales. Como si el hacer eso fuera
obligatorio e inevitable.
Y bueno, de cierta forma lo
es. El impulso de la corriente de la sociedad casi nos obliga a atar una cosa de
la otra. “El ser un profesional exitoso y celebrado es una necesidad para el
autoestima de un ser humano,” es el mensaje típico en nuestra cultura. La
pregunta es: ¿esto es verdad?
Tomemos a mi sobrino para
analizar esto. ¿Por qué está este bebé de apenas 6 meses tan feliz?
– Porque para él todo es
nuevo y radiante. El mundo es una aventura nueva con cada día algo nuevo por
descubrir.
– Porque sus necesidades
están siendo llenadas por su familia. Él no tiene que preocuparse por nada más
que por comunicar como pueda que tiene una necesidad para que se le sea
cumplida.
– Porque todavía no ha sido
condicionado a creer que para ser feliz tiene que llenar una serie de
requisitos.
– Porque la mayoría de veces
lo que su buena familia le refleja es que es bello, especial, apreciado, amado y
aceptado en la familia.
Por lo visto, cualquier
individuo bajo estas condiciones sentiría un sentido de autoestima saludable. El
vivir en un sentido de aventura y exploración, el tener un ambiente seguro donde
las necesidades son satisfechas, el estar libre de condicionamiento que nos
atormenta diciéndonos las reglas de como uno tiene que ser y el estar rodeado de
personas que aman y aprecian a uno es todo lo necesario para crear un sentido de
autoestima saludable.
Pero adelantemos la vida de
mi sobrino por 30 años… ¿qué va a ocurrir si su currículo no está lleno de las
experiencias que supuestamente tiene que haber tenido de acuerdo a nuestra
sociedad y cultura actual? En el área de trabajos ya va a tener que haber tenido
experiencia profesional de acuerdo a los estándares de su entorno. En el área de
educación va a tener que haber uno, dos o hasta tres títulos universitarios. En
el área de lenguas va a tener que tener fluidez comprensiva, oral y escrita en
inglés y español. En el área de actividades extracurriculares, va a tener que
tener experiencia en deporte. Y saliendo del currículo formal, tendrá que haber
sido popular en la escuela, haber sacado buenas notas, saber mucho de deportes,
ser un experto con la tecnología, en fin, ser el ciudadano y hombre ideal de
acuerdo a los estándares de la cultura y la sociedad.
De no ser así, su autoestima
estará mucho más bajita de lo que está ahora. Y eso para mí, es increíble.
Al parecer, la mayoría de los
seres humanos con nuestros egos desarrollados, no hemos aprendido a separar la
autoestima intrínseca que es nuestro derecho de nacimiento, de nuestro estatus
social. Es como si confundiéramos el hecho de que somos seres humanos valiosos y
dignos con el currículo y el peso que tiene ante los ojos de la sociedad.
Por mi parte, yo postulo que
eso no tiene que ser así. Yo diría que la razón por la que las dos cosas se han
combinado es porque, por lo que he visto es un hecho definitivo de que
necesitamos el sentido de exploración y aventura, las necesidades saciadas, la
ausencia de creencia en el condicionamiento típico y personas que nos reflejen
aspectos positivos de nuestro ser para ser felices. Y una de las avenidas para
conseguir esto es logrando crear un currículo muy bueno. Pero sin el currículo
ejemplar, también podemos crear el ambiente necesario para tener una buena
autoestima. Por lo que yo veo, nunca es tarde para encontrar la forma de crear
las condiciones necesarias para tener una autoestima saludable – con o sin un
currículo ejemplar.
Considera esto: hay personas
con los currículos más impresionantes del mundo y con la autoestima destruida,
así como hay personas con la autoestima maravillosamente saludable y con un
currículo que apenas llena la mitad de una página. Y todos los casos en el
medio. El punto es desasociar la autoestima y el valor de un ser humano de su
currículo, para así ver que una cosa necesariamente no tiene nada que ver con la
otra. |
© Gabriel Weiner Jáquez - www.gabrielweinerjaquez.com