Lo que más nos frustra no es el
otro, es nuestra percepción acompañada de emociones
conflictivas. Cuando percibimos en otro (ya sea un
individuo, un grupo de individuos, un gobierno, una nación o
un planeta) algo que hemos concluido que nos desagrada,
comenzamos a sentir conflicto interno.
Este conflicto es un regalo. El
fruto de este regalo es que nos da la oportunidad de
hacernos más conscientes y abrir nuestros corazones aún más.
Cuando sentimos que otro es
responsable de nuestro sufrimiento, hemos inocentemente
caído bajo un trance peligroso. Es entonces cuando debemos
recordar que sólo nuestra interpretación errada nos puede
llevar a tal conclusión. Es entonces cuando debemos de
pausar e investigar nuestras creencias a ver qué es lo que
verdaderamente está pasando.
Para muchos de nosotros esto es
algo muy difícil. Puede ser tan difícil que hasta podríamos
llegar a negar la realidad con el propósito de no enfrentar
la dificultad que el ser completamente responsable pueda
presentar.
He durado varios años frustrado
con mi madre y con mi padre. Me he encargado de organizar un
cuento en donde yo soy la víctima de su ignorancia. Cada vez
que entro en el profundo trance psico-emocional sufro
bastante. Es precisamente el sufrimiento que me indica que
estoy fuera de balance, fuera de la alineación consciente
con la realidad.
La verdad es que todo conflicto y
toda paz existe dentro de nosotros mismos. Lo externo es
simplemente una oportunidad para descubrir la diferencia
entre la paz y el conflicto. Todo depende de nuestra
relación. Cada vez que hay oposición ocurre el conflicto.
Cada vez que hay entrega ocurre la paz.
Estoy muy consciente de que muchos
de nosotros podemos pensar que la entrega incondicional nos
convertiría en una partida de inútiles. Si ese es el caso,
entonces no es entrega lo que ha ocurrido, cuando hay
deshabilitación, hay oposición. Cuando hay entrega estamos
empoderados en el máximo sentido de la palabra. Estamos
fluyendo con el Todo.
Te invito a que investigues las
implicaciones de la entrega total -- la evidencia de que te
has entregado de verdad es la paz, la gratitud y la energía
vital fluyendo con facilidad. Cuando estás verdaderamente
entregado... eres feliz.
|